El otoño más sevillano
Cuando se piensa en el otoño, lo primero que se nos viene a la mente son los colores característicos de esta época de cambios. Verdes oscuros representando las últimas hojas que resisten al cambio, marrones de las hojas que se han dado por vencidas, tonalidades naranjas que acompañan festividades. Pero en Bodegas Góngora los colores que se nos vienen a la mente son los de nuestra nueva gama de generosos.
Tras su lanzamiento hace unas semanas, nos sentimos orgullosos de presentar la primera gama completa de vinos generosos de Sevilla. Para los que no conozcan lo que significa el término generoso, se trata de un tipo especial de vino fortificado, característico por su mayor contenido de alcohol. La elaboración de estos vinos que se basa en métodos de crianza tradicionales, conocido como sistema de criaderas y soleras, les aporta una complejidad de sabores y aromas que los hace únicos.
Los diferentes tipos de vino generoso incluyen el fino, un vino seco y delicado, de color pálido; el amontillado es un vino que combina crianza biológica y oxidativa, seco, y complejo; el oloroso, es oscuro y de sabor profundo; el palo cortado es una rareza en la categoría, que combina la frescura del fino y la robustez del oloroso, ofreciendo un perfil aromático de frutos secos y una estructura seca en boca y por último, está el Pedro Ximénez, un vino dulce de color ébano elaborado a partir de uvas pasificadas.
El carácter sevillano de nuestra gama de generosos proviene, en gran parte, de su materia prima. Todos los vinos generosos de Bodegas Góngora conservan el uso de la uva típica conocida como Garrido Fino, cepa de uva blanca originaria de la provincia de Sevilla y cultivada en el Aljarafe. Esta uva, tan versátil, nos ha permitido abarcar toda la gama manteniéndolo como denominador común aportándole ese carácter sevillano único y especial.
Estos vinos, y con su gama de colores intensos que van desde el dorado brillante hasta el caoba profundo, están hechos a medida para maridar y acompañar muchos platos, pero hoy ofrecemos distintos maridajes con platos con mucha solera y sevillanía:
Pata de Hierro con Potaje de Espinacas con Garbanzos
El fino, de color amarillo pálido y con un toque salino, es seco y presenta notas de almendra que armonizan a la perfección con el potaje de espinacas y garbanzos, uno de los platos de cuchara más emblemáticos de Sevilla. Este potaje, hecho con espinacas, garbanzos y especias como el comino y el pimentón, se beneficia de la frescura del fino, que realza la intensidad de las especias y limpia el paladar, equilibrando los sabores terrosos del plato.
Pata de Hierro
Vino de licor tipo vino fino de 4 a 6 años de envejecimiento en botas de roble americano.
La Esperanza con Cocido Andaluz
El amontillado, que combina la crianza biológica y oxidativa, es seco, con un color ámbar y aromas a frutos secos y especias. Este vino se marida a la perfección con el cocido andaluz, un plato contundente que se compone de garbanzos, calabaza, patatas, zanahorias y carne de cerdo. La complejidad del amontillado complementa y potencia la riqueza del cocido, resaltando sus notas de comino y la untuosidad de la carne y las legumbres.
La Eusebia con Rabo de Toro
El oloroso es un vino generoso de color caoba, con aromas intensos a frutos secos, madera y un sabor robusto, ideal para acompañar el rabo de toro. Este guiso de carne estofada se cocina lentamente con vino, laurel, zanahorias y otras verduras, creando un plato de textura melosa y sabor profundo. El oloroso, con su cuerpo y sus notas especiadas, complementa la intensidad de la carne y realza el sabor de la salsa, añadiendo una capa de complejidad a cada bocado.
El Americano
Vino de licor tipo vino palo cortado con 12 a 14 años de envejecimiento.
El Americano con Carrillada Ibérica
El palo cortado es un vino raro y elegante que combina la frescura del fino y la profundidad del oloroso, con notas de frutos secos y madera. Esta combinación lo convierte en la pareja perfecta para la carrillada ibérica, un guiso de carne tierna y jugosa que se cocina lentamente con vino tinto, verduras y hierbas aromáticas. El palo cortado se complementa maravillosamente con la untuosidad de la carrillada, y su estructura permite que cada bocado destaque, equilibrando la riqueza del plato con un toque fresco y persistente.
Catalina con Guiso de Setas
El cream es un vino generoso de mezcla, con un toque dulce y notas de frutos secos y caramelo, que lo convierten en el compañero ideal para un guiso de setas, especialmente en otoño, cuando estas son protagonistas en la gastronomía sevillana. Las setas, cocinadas con ajo, perejil y un toque de vino, encuentran en el cream un complemento perfecto, que realza su sabor terroso y su textura, equilibrando el plato con su dulzura y complejidad.
Las 9 Suertes
Vino de licor tipo vino Pedro Ximénez con 7 a 9 años de envejecimiento.
Las 9 Suertes con Arroz con Leche Sevillano
El Pedro Ximénez, dulce y denso, es un vino generoso oscuro y de gran carácter, con notas de pasas, higos y caramelo. Este vino es perfecto para cerrar una comida maridado con un postre típico de Sevilla como el arroz con leche, una preparación suave y cremosa que se condimenta con canela y ralladura de limón. La dulzura y los aromas del Pedro Ximénez potencian los sabores del arroz con leche, creando una combinación muy armoniosa.
Con estos maridajes, tus invitados no quedarán indiferentes.
¡Salud!